José L. Orozco
Title
José L. Orozco
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: José Orozco was born on April 8, 1950, in Jalisco, México; he was the sixth of ten siblings to be born; his father and two older brothers worked as braceros; as a bracero, his father worked in Arizona, California, New Mexico, and Texas, from 1946 to 1960; he recalls what life was like for his family without his father.
Summary of Interview: Mr. Orozco recalls that his father worked with seasonal crops in México, but it was not enough to support the family with ten children; in light of this, his father enrolled in the bracero program in 1946; José remembers how difficult it was for him growing up without his father; when his father was gone, the entire family had more work to do around the house, particularly his mother; he remembers the various things his mother had to learn to do and how well-adapted she became; over time, she became an herbalist and midwife to help make money; although his father would visit as often as he could, José felt it was like having a stranger around; his father would often write love letters to his mother, and she would read parts of the letters to the children; the letters were not often accompanied by money, as his father struggled as well; his father would write about what life was like for him, the kinds of work he did, and how much he suffered; eventually his two eldest brothers went with their father to work as braceros; his eldest brother worked from 1957 to 1961 and his second eldest brother worked from 1958 to 1961; whenever his father would visit, he would bring small gifts and things like fruit, because he couldn’t afford more with so many children; he also recalls how his father was often in debt because he had to pay to get on the county’s list of eligible workers; in 1962, his father was able to emigrate to the United States, and he slowly brought the rest of his family too; they lived in California, and José eventually became involved with Cesár Chávez and the strikes.
Summary of Interview: Mr. Orozco recalls that his father worked with seasonal crops in México, but it was not enough to support the family with ten children; in light of this, his father enrolled in the bracero program in 1946; José remembers how difficult it was for him growing up without his father; when his father was gone, the entire family had more work to do around the house, particularly his mother; he remembers the various things his mother had to learn to do and how well-adapted she became; over time, she became an herbalist and midwife to help make money; although his father would visit as often as he could, José felt it was like having a stranger around; his father would often write love letters to his mother, and she would read parts of the letters to the children; the letters were not often accompanied by money, as his father struggled as well; his father would write about what life was like for him, the kinds of work he did, and how much he suffered; eventually his two eldest brothers went with their father to work as braceros; his eldest brother worked from 1957 to 1961 and his second eldest brother worked from 1958 to 1961; whenever his father would visit, he would bring small gifts and things like fruit, because he couldn’t afford more with so many children; he also recalls how his father was often in debt because he had to pay to get on the county’s list of eligible workers; in 1962, his father was able to emigrate to the United States, and he slowly brought the rest of his family too; they lived in California, and José eventually became involved with Cesár Chávez and the strikes.
Creator
Loza, Mireya
Orozco, José L.
Date
2005-07-28
Subject
Son of a bracero
Contributor
Cristóbal Borges
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
José Orozco
creator (Spanish)
Loza, Mireya
contributor (Spanish)
Cristóbal A. Borges
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Original Format
Mini Disc
Duration
35:09
Bit Rate/Frequency
24 bit
96 k
96 k
Transcription
Nombre del entrevistado: José Luis Orozco León
Fecha de la entrevista: 28 de julio de 2005
Nombre del entrevistador: Mireya Loza
ML: Dígame su nombre.
JO: José Luis Orozco León.
ML: ¿Cuándo nació usted y dónde?
JO: Nací el 8 de abril 1950 en San Ignacio Cerro Gordo, Jalisco.
ML: Hábleme un poco de su familia y el lugar donde nació.
JO: Bueno, somos una familia numerosa de diez hermanos entre hermanos y hermanas. Son tres hermanas y somos siete hermanos. Yo soy el sexto de la familia. No sé qué más puedo decir.
ML: Está bien. Y, ¿a qué se dedicaban sus padres?
JO: Mis padres, mi padre todo el tiempo fue campesino. Él fue lo que nos enseñó desde que yo tuve razón, fue lo que él nos enseñó, a ser unas personas honestas, trabajadoras y responsables.
ML: ¿Cuántos de sus hermanos fueron braceros?
JO: Dos de mis hermanos, mis hermanos mayores.
ML: Y, ¿su padre también fue?
JO: Mi papá fue bracero desde 1946 hasta 1960. Mis dos hermanos mayores fueron braceros desde el… El mayor fue bracero del [19]57 al [19]61 y el que sigue fue bracero como del [19]58 al [19]61.
ML: ¿Dónde es que su papá trabajó y qué tipo de trabajo hizo su papá?
JO: Bueno, puedo decir que mi papá hizo del campo casi todo, puedo decir casi todos los trabajos. Lo que tengo entendido de que mi padre fue una persona excepcional de trabajadora. Tengo entendido que siempre andaba él, o sea, era de los primeros, siempre andaba jugando con los campeones a trabajar. Regularmente siempre tenía, según me comentaba él y mis hermanos, siempre le hacían contratos, le renovaban sus contratos porque era muy trabajador. Él estuvo trabajando en Texas, en Arizona, en Nuevo México y en California fue donde trabajó más. Casi siempre o más bien puedo decir que el 99% de su trabajo fue en el campo. Hizo casi de todos los trabajos. También trabajó en unas granjas en un tiempo y le tocó trabajar también en el traque, según me contaba él.
ML: ¿Usted sabe por qué decidió su padre ser bracero? ¿Tiene idea por qué?
JO: Sí cómo no, por la necesidad. O sea, por la falta del trabajo en México. Regularmente ahí pos lo único que hacíamos era sembrar temporalmente unas siembras de maíz y frijol y acabándose la siembra temporal, no había más que hacer. Entonces era un batallar y él decidió venirse de bracero y pos fue, pues un bracero o sea, un bracero que se venía, que se venía y en veces podía pasar. En veces las contrataciones no llegaban a tiempo, él se entretenía sin trabajar, y nosotros sufríamos la soledad de mi padre.
ML: Y, ¿cómo es que afectó la vida de tu familia diaria?
JO: Bueno…
ML: Diariamente.
JO: El vernos solos y el tener que trabajar desde chicos, como por ejemplo, en mi caso, aunque era, se puede decir uno de los más chicos, ya a los seis, siete años, o sea, yo ya andaba cargando leña y raja; no sé si sepas qué es raja.
ML: No, raja no.
JO: Raja es precisamente las cacas de las vacas, secas, les llamamos rajas. Que era una manera de hacer fogatas, de cocer la comida con raja o con leña y a mí me tocó andar acarreando ya desde los seis años a lo que yo podía, ya me tocó andar cargando raja y leña. Y también, pos llegaban los tiempos de la siembra y se puede decir que me iba con algunas personas que tenían terrenos a sembrar para ellos. O sea, le pagaban un poco de dinero a mi mamá o mi papá para, porque yo hiciera eso, pero pues ya pude hacer ese trabajo. Y sufrí la soledad, siempre la soledad de que mi padre poco estaba con nosotros. Algunas veces recibimos abusos de otras personas por vernos de cierta manera huérfanos, diré hasta cierto aspecto nos veíamos un poco huérfanos. Vivíamos sin la protección de mi padre, porque él siempre, regularmente mucho tiempo se encontraba por acá.
ML: ¿Iba él a visitar mucho a su familia en México?
JO: Sí, él acudía regularmente. Por decir que lo teníamos, o sea, año a año con nosotros en un tiempo y en otro, lo teníamos año a año con nosotros. Serían tres, cuatro, seis meses, dependiendo las circunstancias, pero él año con año estaba con nosotros. O sea, siempre, todos los reconocimos, todos lo sabíamos o sea, no era un, para nadie ni para los más chicos era un desconocido él. O sea, siempre estaba con nosotros pero salía muy a menudo. Voy a decir que estaba más de la mitad del tiempo fuera de nosotros.
ML: Cuando él estaba en los Estados Unidos, ¿les escribía cartas?
JO: Sí, regularmente.
ML: ¿Llamaba?
JO: No, no había teléfono. En esos tiempos puedo decir que aún no teníamos, en el pueblo no teníamos ni luz, no teníamos electricidad por decir así, más bien. Entonces llegamos ya, se escribía siempre, había contacto con mi madre. O sea, siempre él le mandaba cartas, le mandaba cartas a mi madre diciendo la situación cómo estaba, en qué estaba trabajando, qué estaba haciendo, cuál eran sus sufrimientos. O sea, le refería más o menos su vida y cómo estaba viviendo él por acá y mandaba cuando tenía la oportunidad, o sea, le mandaba dinero a mi madre, pero había veces que no, no tenía la oportunidad de hacerlo.
ML: Y cuando mandaba cartas, ¿estaban dirigidas a toda la familia o solamente a su madre o a la madre de usted, o a los hijos, o a quién le escribía?
JO: Pues regularmente le escribía directamente a mi madre y preguntando, siempre preguntaba cómo estábamos nosotros, cómo nos comportábamos, qué hacíamos, cómo se la pasaba. Y mi mamá pues le respondía según las circunstancias, según lo que sucedía le contaba también un poco de cómo estábamos. No le decía a veces que nos faltaba un poco, o sea que faltaba dinero. Bueno, se lo refería también, me imagino. Pero le decía lo más indispensable, o sea, normalmente entre las parejas tratan de no preocupar uno al otro, simplemente cuentan regularmente lo más bonito o en veces cuando hay un problema grave, pues lo cuentan también, pero solamente lo más importante.
ML: ¿Qué es lo que hacía tu mamá cada vez que se iba tu papá? ¿Cambiaban las cosas que ella hacía diariamente?
JO: Sí, tenía que trabajar doble mi madre. O sea, le afectaron pues en algunos aspectos positivos y otros negativos. En los positivos, o sea que hubo muchos puntos positivos. O sea que mi madre fue una persona muy luchadora y a base de la necesidad que ella pasaba, porque éramos demasiados, y los que ella tenía que lidear con todos nosotros. Entonces ella tenía que trabajar bastante y a consecuencia de esto, puedo decir que mi madre se hizo partera, se hizo enfermera y se hizo sobadora. O sea que, bueno, la experiencia la tenía en su propia familia. Los trabajos que pasó, que muchos partos se los tuvo que pasar sola, sin nadie, sin ningún apoyo. Mi madre fue una persona, o sea es, porque todavía vive, es una persona muy religiosa y fue una persona de mucho servicio para el pueblo, puedo decir. Porque muchas personas acudían a ella a pedirle consejos y al ver las necesidades, o sea ella se caló, pongamos algunas personas la invitaban a un parto. Entonces ella con su experiencia fue una persona siempre paciente y aunque no tenía, por decir, mal sabía escribir, pero aprendió de algunas medicinas de las más esenciales que tal vez a ella le llegaron a recetar y ya se las transmitía a sus compañeras. Después, o sea atendió algunos partos, fue agarrando experiencia y a menudo la procuraban para que fuera a acompañar a las señoras cuando se iban a aliviar. No sé de qué manera aprendió a inyectar y parece que fue una gran persona, una persona que aprendió a inyectar bastante bien, que la procuraban bastante. Seguido la invitaban a que le pusiera una inyección a una persona o a otra y tal vez, o sea, como éramos tantos, pues sí éramos algo traviesos. Pues seguido nos descomponíamos tal vez un dedo, un pie o algo, ella nos sobaba. Agarró tal vez un poco de experiencia con esto y entonces, personas acudían a ella a que la sobara. Pongamos a los niños pequeños cuando se les cae la mollera por algún aventón fuerte que se les daban con un impulso fuerte o lo que sea, se les caía la mollera a los niños. Mi mamá se enseñó a levantarle la mollera a las criaturas y muy a menudo acudían muchas personas por diferentes razones con mi madre a que las sobara, a que las acompañara en el parto o a que les pusiera inyección, a que les levantara la mollera a los niños; aprendió infinidad de cosas. Mi madre es una persona muy positiva, a la vez fue… A lo mejor me estoy ampliando en esto, pero a la vez fue muy religiosa. O sea niños que veía que no sabían rezar, ella los enseñaba. Ahí yo creo que tiene, ha habido miles de personas a las que ella enseñó a rezar. O sea que era una persona activa que siempre hacía tiempo para nosotros y para ofrecer un poquito de bien a los vecinos o al pueblo.
ML: En tu pueblo, ¿había muchas personas o muchas familias en situaciones similares?
JO: Sí, puedo decir que, o sea de mi pueblo salieron, puedo decir que en esos tiempos que yo recuerdo hubo un… De las personas ya que tenían de una edad de dieciocho años en adelante, puedo decir un 70% fueron braceros. Había muchas mujeres solas allí precisamente porque toda la juventud, toda la gente joven que podía trabajar se venía como bracera, entonces se quedaban allí muchas personas abandonadas. Y en mi familia, digo, fuimos afortunados porque mi madre fue una persona, siempre ha sido una persona muy positiva, muy activa, que le gustó aprender como mencioné. No sabía mucho leer, sabía leer y escribir, no con mucha ortografía, pero sabía leer y escribir y le gustaba, siempre, o sea, pos talvez tenía buena memoria o mucha iniciativa y se enseñó a hacer varias cosas. Entonces pues sufrimos soledad, sufrimos pobrezas también, pero fuimos afortunados por mi madre de que la hizo de padre y madre siempre y nos ponía a trabajar a todos, a todos nos traía trabajando siempre. Por estas circunstancias de que mi padre regularmente nos tenía mucho tiempo abandonados por las circunstancias del trabajo.
ML: ¿Cómo cambiaron las cosas en el pueblo cada vez que se iban todos los hombres a trabajar como braceros? ¿Qué es lo que cambiaba en la vida diaria de todos del pueblo?
JO: Bueno, de que había mucha niñez sola. Había, pues nos faltaba el apoyo del padre. Había, se puede decir que en muchos víveres del pueblo se veía ignorancia, tal vez también por la falta de los padres ahí, había mucho desalojo a los niños, o sea, se veía mucha soledad de los niños.
ML: ¿Cómo es que tus hermanos acabaron siendo braceros? El primero, ¿cuándo y cómo decidió irse de bracero?
JO: Bueno, vieron, pongamos por decir el ejemplo de mi padre que todo el tiempo fue bracero y pues regularmente de todo modos, o sea, era un atractivo hasta ciertos puntos, o sea de conocer otros lugares y de conocer los dólares, por decirlo así también. O sea que hubo muchos abusos, o sea, ellos hablaban de algunos abusos que hacían con ellos. En veces les robaban el dinero, les roban su trabajo de diferentes maneras, pero o sea, siempre el dólar pos de los tiempos que yo me acuerdo estaba a $12.50 por mucho tiempo. Entonces, pues donde una persona ganaba, si allá se ganaba pongamos, $1 peso, $1.50, $2 pesos, o sea aquí una persona se ganaba $2, $3 dólares, era una diferencia de ganancias. Entonces ya cuando iban ellos, por ejemplo que regresaban, si regresaban, en la temporada con $100, $200 dólares, pos era hasta cierto punto un capital que allá no se podía lograr.
ML: ¿Cómo es que tu familia reaccionó cuando tus hermanos decidieron irse como braceros?
JO: Bueno, se fueron acompañados con mi papá. El primero, el más grande fue un año, ya iba a cumplir los dieciocho años. Se puede decir que nomás esperaban cumplir dieciocho años. No sé si ya los tendría cumplidos o los andaría cumpliendo, pero ya alrededor de los dieciocho años se vino con mi papá. Ya para el siguiente año, mi segundo hermano, se me hace que no tenía los dieciocho cumplidos, se me hace que tenía diecisiete años cuando se vino también para acá acompañándolo precisamente por el ejemplo que ponía mi padre. O sea que él venía a menudo, entonces él ya tenía experiencia y ya mis hermanos vinieron, se puede decir, con el apoyo de mi padre.
ML: ¿Cómo se sentían tus hermanas?
JO: ¿Mis quiénes?
ML: Tus hermanas.
JO: Bueno, en mi familia fueron dos hermanos, una hermana, dos hermanos, una hermana hasta el final. Nomás se puede decir que hermana grande nada más teníamos a una. Enseguida de mis dos hermanos mayores, enseguida mi hermana, hubo dos hermanos más, una hermana que murió pequeña de unos meses. Enseguida seguí yo y otro hermano y luego otro hermano. O sea que se puede decir que mis hermanos estaban sumamente pequeños. O sea los otros hermanos pequeños que estaban sumamente pequeños tendrían, bueno, algunos, supongamos los primeros años, pos yo todavía no nacía cuando mi padre empezó a venir y después cuando yo tuve uso de razón, ya empecé a ver a mi padre que ya era bracero y ya cuando tenía yo unos, se puedo decir unos, seis, siete años fue cuando mis hermanos empezaron a venir para acá y pos estaban jóvenes. O sea, se sentían, o sea estaban fuertes. Es lo que querían aquí, todo, la mayor fuerza de las personas y pos, o sea, dejaron aquí su fortaleza aunque fueran pocos años, dejaron aquí su fortaleza de su juventud, mis hermanos y mi padre. Mi hermana pos se sentía, mi hermana mayor, o sea agarro un poco, se puede decir que tuvo más responsabilidades porque tenía ella que hacerse más cargo entre mi madre y mi hermana se tenían que hacer cargo de nosotros pa darnos el sostén de la comida y la limpieza en el hogar.
ML: ¿Tu padre en alguna ocasión trajo cosas de los Estados Unidos?
JO: Cuando él estaba por regresarse siempre nosotros esperábamos que nos llevara algo. Él nos llevaba pues una cosita, alguna cosita pequeña. No sé cuántos problemas, si haya tenido muchos problemas para cargar, no nos llevaba cosas grandes. Pero lo que a veces nos llevaba, en veces algunas frutas, algunas peras, unas manzanas, era lo que de vez en cuando nos llevaba o alguna cosita pequeña. Nosotros esperábamos algo más, pero tal vez como éramos tantos, no nos llevaba, no tenía la oportunidad de llevarnos gran cosa o no sé si el transporte era un problema grande, pero nos llevaba pues algunas cositas pequeñas.
ML: ¿Cómo se sentía el pueblo en sí cuando se iban todos? ¿Se iban todos juntos o se iban en grupos pequeños, los braceros?
JO: Regularmente, lo que yo entiendo, o sea, iban en grupos por decir, se destapó, por decir así, un poco de, ¿cómo dijera? Como una fiebre de envidia de los que conocían más, de los que tenían más letra, de los que eran más documentados. Por ejemplo, algunos licenciados o algunos que tenían un poco más de escuela. O sea agrupaban a otros para, se puede decir que en las contrataciones que se hacían para o sea, les cobraban por decir: “¿Sabes qué?, ¿quieres irte contratado? Te vamos a cobrar”. No recuerdo las cantidades, pero: “Te vamos a cobrar $20, $50 pesos por irte de bracero”. Entonces los que agrupaban que se juntaban con los licenciados, eran los que hacían, se puede decir que hacían dinero. Y mi padre muchas veces tuvo que endrogarse para enlistarse con los braceros y se salían grupos de veinte, cincuenta, que se enlistaban. Se juntaban supongamos en veces de dos, tres pueblos, para irse con tal licenciado que él era encargado de listar para tal parte y en veces se enlistaban por otro lado con otros tantos así. Y hubo muchos abusos para los braceros, allá los que se agrupaban con los licenciados pa cobrarles un porcentaje de dinero que como mencioné, mi padre a menudo tuvo que endrogarse para ir de bracero. Y en veces no sacaba para el costo por los trabajos que pasaban, por los robos que les hacían también aquí, que no les pagaban algunos patrones. Según me comentaba mi padre en veces los maltrataban, no les pagaban bien. No recuerdo cómo mencionaba mi padre, o sea los que estaban aquí encargados también de las listas y en veces los consulados, en veces había algunos, en veces se lastimaban y los maltrataban un poco. Se ponían de acuerdo los rancheros con los consulados y les robaban su dinero y en veces llegaban al pueblo sin nada y con una droga. En algunos de los tiempos cuando mi padre tuvo oportunidad, logro comprar, recuerdo que logró comprar un poco de terreno que fueron aproximadamente unos dieciséis solares. Conservaba eso y la casita donde vivíamos. En unos tiempos que le fue mal por diferentes motivos, como los mencioné, se endrogó, se endrogó bastante que tuvo que vender el terrenito que en un tiempo había hecho. Lo tuvo que vender y se quedó endrogado, que pues trataba de venirse de nuevo de bracero para poder pagar las deudas. En una ocasión, o sea, como él ya había venido por algunos tiempos, entonces lo aconsejan que él se hiciera, o sea que él juntara a compañeros del pueblo para irse con un licenciado para venirse de braceros y que si él hacía eso, no tenía que pagar su entrada. O sea, por juntar a los compañeros que se querían venir de braceros, o sea que él no pagaba, no iba a pagar la entrada. Entonces junto el dinero de los demás braceros y se lo entrega al licenciado. Resulta de que por abusos de los licenciados, el licenciado se quedó con el dinero y como mi papá había juntado a los demás compañeros y como no pudieron pasar por el abuso del licenciado, a mi papá le cobraron el dinero. Él no tenía que ver nada, pero sin embargo a él se le fueron queriéndolo pelear, porque, diciéndole que como él había encabezado que pagara él el dinero que le había quitado. Y esa fue una de las razones por lo que tuvo que, se endrogó con mucho dinero mi papá en esos tiempos que aún era un tremendo capital. A base de eso tuvimos que salir del pueblo, tuvimos que salir a la capital del estado que es Guadalajara porque mi padre no podía estar en el pueblo porque lo acusaban con la deuda que tenía. Entonces eso fue el, puedo decir que fue más o menos el [19]60 cuando tuvimos que salir del pueblo, que fuimos a Guadalajara. Y anduvo él en pensamiento de arreglar, de arreglar papeles, de documentarse. Pidió una carta y se pasó dos años batallando con eso que también le robaron un poco de dinero, finalmente en 1962 emigró él.
ML: Y, ¿no como bracero?
JO: Pues ya emigró, ya no fue como bracero y le tocó venir para acá. Anduvo todavía trabajando con los braceros, pero ya él ya no era bracero, ya era emigrado. Y hasta… Parece que yo tengo entendido que el [19]64 terminó el tiempo de los braceros.
ML: Cuando vino en esa ocasión, ¿vino con documentación o vino así sin documentación?
JO: Ya para el [19]62 él vino ya con documentación, ya fue emigrado. Después a los pocos años, se trajo a mi hermano mayor, y más tarde para el [19]67 me vine yo, me emigró a mí también. Ya para el [19]70 emigró a otro de mis hermanos, bueno, al resto de la familia y a mi madre. El [19]70 emigró al resto de la familia.
ML: ¿Dónde es que emigró?, ¿se trajo a toda la familia aquí a California?
JO: Sí, todos venimos a California. Precisamente cuando me emigró a mí, fuimos a Santa María, California. Después llegó el tiempo que Chávez andaba con la huelga y yo me metí a la huelga. O sea, me llamó la atención de la manera que Chávez estaba organizando, se veía que era una persona honesta, o a mí me pareció una persona muy honesta. Entonces yo me metí a engruesar las filas de la huelga que traía Chávez. A consecuencias de la huelga y por no ser esquiroles o quebra-huelgas, nos venimos mi hermano mayor y yo a Salinas. Mi padre se quedó allí trabajando un poco con los patrones porque había emigrado a mi hermano menor apenas. Entonces por decir de cierta manera, como por agradecimiento que le habían dado la carta se estuvo allí y se estuvo trabajando allí con ellos. Y para el [19]70 entonces como mencioné, mi hermano y yo nos venimos, mi hermano mayor y yo nos venimos aquí a Salinas. Y del [19]70 anduvimos trabajando en algunas compañías, fuimos hasta el Fresno también a trabajar a la pisca de la uva y para [19]70 o [19]71 ya viene mi madre con el resto de mis hermanos y ya nos vinimos, nos vinimos para acá. O sea, ya se vieron supongamos mi padre y mi madre porque ya nosotros, mi hermano mayor y yo ya estábamos aquí en Salinas y entonces ya se vinieron directamente a Salinas.
ML: Cuando tu mamá vino a los Estados Unidos, acá a California, ¿fue la primera vez que tu mamá y tu papá pasaron así años completos juntos?
JO: Sí, fue desde entonces ya que pues se puede decir, que vivimos en una verdadera familia, en unidad todos.
ML: ¿Cómo piensas que el Programa Bracero afectó la relación entre tu papá y el resto de la familia?
JO: Bueno, hay muchos factores, digo regularmente, o sea, del… Bueno, o sea afectó en una manera positiva en ese aspecto de que gracias a que mi padre conocía acá, ya tenía un poco de experiencia, pos creo que a base de eso pudimos emigrar. Y pues no hay que desconocer que aquí hay mejores oportunidades que en México. Porque en un nivel general el Gobierno trabaja un poco más ordenado aquí que allá y pues es un agrado en la manera positiva de que pudimos emigrar y de que la mayoría de la familia estamos aquí.
ML: Pues ya acabé con todas las preguntas que quería hacer, pero si usted quiere aportar otra experiencia u otra cosa de su papá, de sus hermanos, puede ahorita.
JO: Pues no sé qué más podría decir sobre mis hermanos. O sea que en realidad no sé qué más podría aportar sobre mi padre. Estoy contento, estoy contento, o sea, en lo que yo recuerdo a mi padre, mi padre fue una gran persona, siempre digo. Estuvo al tanto de nosotros, jamás nos desamparó. Muchas veces no tuvo la oportunidad por diferentes razones, pero fue una gran persona y gracias a que él pudo ser bracero pudimos emigrar y estamos aquí. Creemos que es una vida un poco más placentera, más llena de oportunidades aquí que en México. Nosotros como de cierta manera huérfanos, es que no hemos… Con mis hermanos mayores, o sea, al vernos solos en el pueblo, pongamos allí a un vecino que era un poco abusivo, o sea, en algunas ocasiones hizo a mis hermanos trabajar gratuitamente; los forzó a trabajar para él sin pagarles. Mis hermanos querían trabajar para ayudar a mi madre para sostenernos y ese señor en muchas ocasiones los obligó a trabajar sin pagarles. Es uno de los puntos que yo recuerdo que pasaban como malos, como malas experiencias en nuestra soledad.
ML: ¿Piensa usted fue porque su padre no estuvo allí?
JO: Es precisamente porque no estuvo con nosotros.
ML: Pues si quiere contar otra cosa.
JO: No, creo que ya, es una de las cosas que yo recuerdo que uno de los malos recuerdos que tengo yo de la soledad de nosotros.
ML: Como chico, ¿cómo es que usted veía a los braceros? Como niño, cuando venían y se iban, ¿qué significaba para usted y cómo los veía?
JO: Bueno, pues llegaban siempre contando historias y llegaban con unos pesos más y diciendo que, o sea, como éramos de pueblo pequeño, pues algunas veces les tocaba ir a alguna ciudad y sabían una diferencia, una diferencia grande de un pueblo a una ciudad. Además una ciudad es un poco más, más ordenadas o tal vez un poco más sofisticadas. Entonces contaban historias y recuerdo yo cuando contaban, supongamos, algunos que mencionaban que Los Ángeles. En mi niñez, pos yo decía yo: “¿Los Ángeles?”. Pues ya lo quería reaccionar con los ángeles del cielo, ¿no? Pero pos ellos mencionaban de una ciudad y yo estaba figurando otra cosa y decían que era bonito Los Ángeles, pues ya tenía el nombre bonito. Entonces relacionaba una cosa terrestre con una cosa celestial, ¿no? Y así había algunas historias, pongamos, que de aquí había un poco de vehículos de una manera u otro, o máquinas de una forma u otra, que allá pos les desconocíamos. Porque pues tal vez en la ciudad, pongamos, en Guadalajara las podía haber habido, pero en nuestro pueblo pequeño pues no lo conocíamos. Entonces se nos hacía algo, o sea, con lo que contaban, nos daba una tentación de también, pongamos, sentíamos ya la sensación de querer conocer otros lugares. Nos llegaba la impresión, la inquietud de conocer otros lugares para ver otras diferencias u otras cosas que nosotros no conocíamos.
ML: Pues muchas gracias.
JO: Gracias a usted.
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 28 de julio de 2005
Nombre del entrevistador: Mireya Loza
ML: Dígame su nombre.
JO: José Luis Orozco León.
ML: ¿Cuándo nació usted y dónde?
JO: Nací el 8 de abril 1950 en San Ignacio Cerro Gordo, Jalisco.
ML: Hábleme un poco de su familia y el lugar donde nació.
JO: Bueno, somos una familia numerosa de diez hermanos entre hermanos y hermanas. Son tres hermanas y somos siete hermanos. Yo soy el sexto de la familia. No sé qué más puedo decir.
ML: Está bien. Y, ¿a qué se dedicaban sus padres?
JO: Mis padres, mi padre todo el tiempo fue campesino. Él fue lo que nos enseñó desde que yo tuve razón, fue lo que él nos enseñó, a ser unas personas honestas, trabajadoras y responsables.
ML: ¿Cuántos de sus hermanos fueron braceros?
JO: Dos de mis hermanos, mis hermanos mayores.
ML: Y, ¿su padre también fue?
JO: Mi papá fue bracero desde 1946 hasta 1960. Mis dos hermanos mayores fueron braceros desde el… El mayor fue bracero del [19]57 al [19]61 y el que sigue fue bracero como del [19]58 al [19]61.
ML: ¿Dónde es que su papá trabajó y qué tipo de trabajo hizo su papá?
JO: Bueno, puedo decir que mi papá hizo del campo casi todo, puedo decir casi todos los trabajos. Lo que tengo entendido de que mi padre fue una persona excepcional de trabajadora. Tengo entendido que siempre andaba él, o sea, era de los primeros, siempre andaba jugando con los campeones a trabajar. Regularmente siempre tenía, según me comentaba él y mis hermanos, siempre le hacían contratos, le renovaban sus contratos porque era muy trabajador. Él estuvo trabajando en Texas, en Arizona, en Nuevo México y en California fue donde trabajó más. Casi siempre o más bien puedo decir que el 99% de su trabajo fue en el campo. Hizo casi de todos los trabajos. También trabajó en unas granjas en un tiempo y le tocó trabajar también en el traque, según me contaba él.
ML: ¿Usted sabe por qué decidió su padre ser bracero? ¿Tiene idea por qué?
JO: Sí cómo no, por la necesidad. O sea, por la falta del trabajo en México. Regularmente ahí pos lo único que hacíamos era sembrar temporalmente unas siembras de maíz y frijol y acabándose la siembra temporal, no había más que hacer. Entonces era un batallar y él decidió venirse de bracero y pos fue, pues un bracero o sea, un bracero que se venía, que se venía y en veces podía pasar. En veces las contrataciones no llegaban a tiempo, él se entretenía sin trabajar, y nosotros sufríamos la soledad de mi padre.
ML: Y, ¿cómo es que afectó la vida de tu familia diaria?
JO: Bueno…
ML: Diariamente.
JO: El vernos solos y el tener que trabajar desde chicos, como por ejemplo, en mi caso, aunque era, se puede decir uno de los más chicos, ya a los seis, siete años, o sea, yo ya andaba cargando leña y raja; no sé si sepas qué es raja.
ML: No, raja no.
JO: Raja es precisamente las cacas de las vacas, secas, les llamamos rajas. Que era una manera de hacer fogatas, de cocer la comida con raja o con leña y a mí me tocó andar acarreando ya desde los seis años a lo que yo podía, ya me tocó andar cargando raja y leña. Y también, pos llegaban los tiempos de la siembra y se puede decir que me iba con algunas personas que tenían terrenos a sembrar para ellos. O sea, le pagaban un poco de dinero a mi mamá o mi papá para, porque yo hiciera eso, pero pues ya pude hacer ese trabajo. Y sufrí la soledad, siempre la soledad de que mi padre poco estaba con nosotros. Algunas veces recibimos abusos de otras personas por vernos de cierta manera huérfanos, diré hasta cierto aspecto nos veíamos un poco huérfanos. Vivíamos sin la protección de mi padre, porque él siempre, regularmente mucho tiempo se encontraba por acá.
ML: ¿Iba él a visitar mucho a su familia en México?
JO: Sí, él acudía regularmente. Por decir que lo teníamos, o sea, año a año con nosotros en un tiempo y en otro, lo teníamos año a año con nosotros. Serían tres, cuatro, seis meses, dependiendo las circunstancias, pero él año con año estaba con nosotros. O sea, siempre, todos los reconocimos, todos lo sabíamos o sea, no era un, para nadie ni para los más chicos era un desconocido él. O sea, siempre estaba con nosotros pero salía muy a menudo. Voy a decir que estaba más de la mitad del tiempo fuera de nosotros.
ML: Cuando él estaba en los Estados Unidos, ¿les escribía cartas?
JO: Sí, regularmente.
ML: ¿Llamaba?
JO: No, no había teléfono. En esos tiempos puedo decir que aún no teníamos, en el pueblo no teníamos ni luz, no teníamos electricidad por decir así, más bien. Entonces llegamos ya, se escribía siempre, había contacto con mi madre. O sea, siempre él le mandaba cartas, le mandaba cartas a mi madre diciendo la situación cómo estaba, en qué estaba trabajando, qué estaba haciendo, cuál eran sus sufrimientos. O sea, le refería más o menos su vida y cómo estaba viviendo él por acá y mandaba cuando tenía la oportunidad, o sea, le mandaba dinero a mi madre, pero había veces que no, no tenía la oportunidad de hacerlo.
ML: Y cuando mandaba cartas, ¿estaban dirigidas a toda la familia o solamente a su madre o a la madre de usted, o a los hijos, o a quién le escribía?
JO: Pues regularmente le escribía directamente a mi madre y preguntando, siempre preguntaba cómo estábamos nosotros, cómo nos comportábamos, qué hacíamos, cómo se la pasaba. Y mi mamá pues le respondía según las circunstancias, según lo que sucedía le contaba también un poco de cómo estábamos. No le decía a veces que nos faltaba un poco, o sea que faltaba dinero. Bueno, se lo refería también, me imagino. Pero le decía lo más indispensable, o sea, normalmente entre las parejas tratan de no preocupar uno al otro, simplemente cuentan regularmente lo más bonito o en veces cuando hay un problema grave, pues lo cuentan también, pero solamente lo más importante.
ML: ¿Qué es lo que hacía tu mamá cada vez que se iba tu papá? ¿Cambiaban las cosas que ella hacía diariamente?
JO: Sí, tenía que trabajar doble mi madre. O sea, le afectaron pues en algunos aspectos positivos y otros negativos. En los positivos, o sea que hubo muchos puntos positivos. O sea que mi madre fue una persona muy luchadora y a base de la necesidad que ella pasaba, porque éramos demasiados, y los que ella tenía que lidear con todos nosotros. Entonces ella tenía que trabajar bastante y a consecuencia de esto, puedo decir que mi madre se hizo partera, se hizo enfermera y se hizo sobadora. O sea que, bueno, la experiencia la tenía en su propia familia. Los trabajos que pasó, que muchos partos se los tuvo que pasar sola, sin nadie, sin ningún apoyo. Mi madre fue una persona, o sea es, porque todavía vive, es una persona muy religiosa y fue una persona de mucho servicio para el pueblo, puedo decir. Porque muchas personas acudían a ella a pedirle consejos y al ver las necesidades, o sea ella se caló, pongamos algunas personas la invitaban a un parto. Entonces ella con su experiencia fue una persona siempre paciente y aunque no tenía, por decir, mal sabía escribir, pero aprendió de algunas medicinas de las más esenciales que tal vez a ella le llegaron a recetar y ya se las transmitía a sus compañeras. Después, o sea atendió algunos partos, fue agarrando experiencia y a menudo la procuraban para que fuera a acompañar a las señoras cuando se iban a aliviar. No sé de qué manera aprendió a inyectar y parece que fue una gran persona, una persona que aprendió a inyectar bastante bien, que la procuraban bastante. Seguido la invitaban a que le pusiera una inyección a una persona o a otra y tal vez, o sea, como éramos tantos, pues sí éramos algo traviesos. Pues seguido nos descomponíamos tal vez un dedo, un pie o algo, ella nos sobaba. Agarró tal vez un poco de experiencia con esto y entonces, personas acudían a ella a que la sobara. Pongamos a los niños pequeños cuando se les cae la mollera por algún aventón fuerte que se les daban con un impulso fuerte o lo que sea, se les caía la mollera a los niños. Mi mamá se enseñó a levantarle la mollera a las criaturas y muy a menudo acudían muchas personas por diferentes razones con mi madre a que las sobara, a que las acompañara en el parto o a que les pusiera inyección, a que les levantara la mollera a los niños; aprendió infinidad de cosas. Mi madre es una persona muy positiva, a la vez fue… A lo mejor me estoy ampliando en esto, pero a la vez fue muy religiosa. O sea niños que veía que no sabían rezar, ella los enseñaba. Ahí yo creo que tiene, ha habido miles de personas a las que ella enseñó a rezar. O sea que era una persona activa que siempre hacía tiempo para nosotros y para ofrecer un poquito de bien a los vecinos o al pueblo.
ML: En tu pueblo, ¿había muchas personas o muchas familias en situaciones similares?
JO: Sí, puedo decir que, o sea de mi pueblo salieron, puedo decir que en esos tiempos que yo recuerdo hubo un… De las personas ya que tenían de una edad de dieciocho años en adelante, puedo decir un 70% fueron braceros. Había muchas mujeres solas allí precisamente porque toda la juventud, toda la gente joven que podía trabajar se venía como bracera, entonces se quedaban allí muchas personas abandonadas. Y en mi familia, digo, fuimos afortunados porque mi madre fue una persona, siempre ha sido una persona muy positiva, muy activa, que le gustó aprender como mencioné. No sabía mucho leer, sabía leer y escribir, no con mucha ortografía, pero sabía leer y escribir y le gustaba, siempre, o sea, pos talvez tenía buena memoria o mucha iniciativa y se enseñó a hacer varias cosas. Entonces pues sufrimos soledad, sufrimos pobrezas también, pero fuimos afortunados por mi madre de que la hizo de padre y madre siempre y nos ponía a trabajar a todos, a todos nos traía trabajando siempre. Por estas circunstancias de que mi padre regularmente nos tenía mucho tiempo abandonados por las circunstancias del trabajo.
ML: ¿Cómo cambiaron las cosas en el pueblo cada vez que se iban todos los hombres a trabajar como braceros? ¿Qué es lo que cambiaba en la vida diaria de todos del pueblo?
JO: Bueno, de que había mucha niñez sola. Había, pues nos faltaba el apoyo del padre. Había, se puede decir que en muchos víveres del pueblo se veía ignorancia, tal vez también por la falta de los padres ahí, había mucho desalojo a los niños, o sea, se veía mucha soledad de los niños.
ML: ¿Cómo es que tus hermanos acabaron siendo braceros? El primero, ¿cuándo y cómo decidió irse de bracero?
JO: Bueno, vieron, pongamos por decir el ejemplo de mi padre que todo el tiempo fue bracero y pues regularmente de todo modos, o sea, era un atractivo hasta ciertos puntos, o sea de conocer otros lugares y de conocer los dólares, por decirlo así también. O sea que hubo muchos abusos, o sea, ellos hablaban de algunos abusos que hacían con ellos. En veces les robaban el dinero, les roban su trabajo de diferentes maneras, pero o sea, siempre el dólar pos de los tiempos que yo me acuerdo estaba a $12.50 por mucho tiempo. Entonces, pues donde una persona ganaba, si allá se ganaba pongamos, $1 peso, $1.50, $2 pesos, o sea aquí una persona se ganaba $2, $3 dólares, era una diferencia de ganancias. Entonces ya cuando iban ellos, por ejemplo que regresaban, si regresaban, en la temporada con $100, $200 dólares, pos era hasta cierto punto un capital que allá no se podía lograr.
ML: ¿Cómo es que tu familia reaccionó cuando tus hermanos decidieron irse como braceros?
JO: Bueno, se fueron acompañados con mi papá. El primero, el más grande fue un año, ya iba a cumplir los dieciocho años. Se puede decir que nomás esperaban cumplir dieciocho años. No sé si ya los tendría cumplidos o los andaría cumpliendo, pero ya alrededor de los dieciocho años se vino con mi papá. Ya para el siguiente año, mi segundo hermano, se me hace que no tenía los dieciocho cumplidos, se me hace que tenía diecisiete años cuando se vino también para acá acompañándolo precisamente por el ejemplo que ponía mi padre. O sea que él venía a menudo, entonces él ya tenía experiencia y ya mis hermanos vinieron, se puede decir, con el apoyo de mi padre.
ML: ¿Cómo se sentían tus hermanas?
JO: ¿Mis quiénes?
ML: Tus hermanas.
JO: Bueno, en mi familia fueron dos hermanos, una hermana, dos hermanos, una hermana hasta el final. Nomás se puede decir que hermana grande nada más teníamos a una. Enseguida de mis dos hermanos mayores, enseguida mi hermana, hubo dos hermanos más, una hermana que murió pequeña de unos meses. Enseguida seguí yo y otro hermano y luego otro hermano. O sea que se puede decir que mis hermanos estaban sumamente pequeños. O sea los otros hermanos pequeños que estaban sumamente pequeños tendrían, bueno, algunos, supongamos los primeros años, pos yo todavía no nacía cuando mi padre empezó a venir y después cuando yo tuve uso de razón, ya empecé a ver a mi padre que ya era bracero y ya cuando tenía yo unos, se puedo decir unos, seis, siete años fue cuando mis hermanos empezaron a venir para acá y pos estaban jóvenes. O sea, se sentían, o sea estaban fuertes. Es lo que querían aquí, todo, la mayor fuerza de las personas y pos, o sea, dejaron aquí su fortaleza aunque fueran pocos años, dejaron aquí su fortaleza de su juventud, mis hermanos y mi padre. Mi hermana pos se sentía, mi hermana mayor, o sea agarro un poco, se puede decir que tuvo más responsabilidades porque tenía ella que hacerse más cargo entre mi madre y mi hermana se tenían que hacer cargo de nosotros pa darnos el sostén de la comida y la limpieza en el hogar.
ML: ¿Tu padre en alguna ocasión trajo cosas de los Estados Unidos?
JO: Cuando él estaba por regresarse siempre nosotros esperábamos que nos llevara algo. Él nos llevaba pues una cosita, alguna cosita pequeña. No sé cuántos problemas, si haya tenido muchos problemas para cargar, no nos llevaba cosas grandes. Pero lo que a veces nos llevaba, en veces algunas frutas, algunas peras, unas manzanas, era lo que de vez en cuando nos llevaba o alguna cosita pequeña. Nosotros esperábamos algo más, pero tal vez como éramos tantos, no nos llevaba, no tenía la oportunidad de llevarnos gran cosa o no sé si el transporte era un problema grande, pero nos llevaba pues algunas cositas pequeñas.
ML: ¿Cómo se sentía el pueblo en sí cuando se iban todos? ¿Se iban todos juntos o se iban en grupos pequeños, los braceros?
JO: Regularmente, lo que yo entiendo, o sea, iban en grupos por decir, se destapó, por decir así, un poco de, ¿cómo dijera? Como una fiebre de envidia de los que conocían más, de los que tenían más letra, de los que eran más documentados. Por ejemplo, algunos licenciados o algunos que tenían un poco más de escuela. O sea agrupaban a otros para, se puede decir que en las contrataciones que se hacían para o sea, les cobraban por decir: “¿Sabes qué?, ¿quieres irte contratado? Te vamos a cobrar”. No recuerdo las cantidades, pero: “Te vamos a cobrar $20, $50 pesos por irte de bracero”. Entonces los que agrupaban que se juntaban con los licenciados, eran los que hacían, se puede decir que hacían dinero. Y mi padre muchas veces tuvo que endrogarse para enlistarse con los braceros y se salían grupos de veinte, cincuenta, que se enlistaban. Se juntaban supongamos en veces de dos, tres pueblos, para irse con tal licenciado que él era encargado de listar para tal parte y en veces se enlistaban por otro lado con otros tantos así. Y hubo muchos abusos para los braceros, allá los que se agrupaban con los licenciados pa cobrarles un porcentaje de dinero que como mencioné, mi padre a menudo tuvo que endrogarse para ir de bracero. Y en veces no sacaba para el costo por los trabajos que pasaban, por los robos que les hacían también aquí, que no les pagaban algunos patrones. Según me comentaba mi padre en veces los maltrataban, no les pagaban bien. No recuerdo cómo mencionaba mi padre, o sea los que estaban aquí encargados también de las listas y en veces los consulados, en veces había algunos, en veces se lastimaban y los maltrataban un poco. Se ponían de acuerdo los rancheros con los consulados y les robaban su dinero y en veces llegaban al pueblo sin nada y con una droga. En algunos de los tiempos cuando mi padre tuvo oportunidad, logro comprar, recuerdo que logró comprar un poco de terreno que fueron aproximadamente unos dieciséis solares. Conservaba eso y la casita donde vivíamos. En unos tiempos que le fue mal por diferentes motivos, como los mencioné, se endrogó, se endrogó bastante que tuvo que vender el terrenito que en un tiempo había hecho. Lo tuvo que vender y se quedó endrogado, que pues trataba de venirse de nuevo de bracero para poder pagar las deudas. En una ocasión, o sea, como él ya había venido por algunos tiempos, entonces lo aconsejan que él se hiciera, o sea que él juntara a compañeros del pueblo para irse con un licenciado para venirse de braceros y que si él hacía eso, no tenía que pagar su entrada. O sea, por juntar a los compañeros que se querían venir de braceros, o sea que él no pagaba, no iba a pagar la entrada. Entonces junto el dinero de los demás braceros y se lo entrega al licenciado. Resulta de que por abusos de los licenciados, el licenciado se quedó con el dinero y como mi papá había juntado a los demás compañeros y como no pudieron pasar por el abuso del licenciado, a mi papá le cobraron el dinero. Él no tenía que ver nada, pero sin embargo a él se le fueron queriéndolo pelear, porque, diciéndole que como él había encabezado que pagara él el dinero que le había quitado. Y esa fue una de las razones por lo que tuvo que, se endrogó con mucho dinero mi papá en esos tiempos que aún era un tremendo capital. A base de eso tuvimos que salir del pueblo, tuvimos que salir a la capital del estado que es Guadalajara porque mi padre no podía estar en el pueblo porque lo acusaban con la deuda que tenía. Entonces eso fue el, puedo decir que fue más o menos el [19]60 cuando tuvimos que salir del pueblo, que fuimos a Guadalajara. Y anduvo él en pensamiento de arreglar, de arreglar papeles, de documentarse. Pidió una carta y se pasó dos años batallando con eso que también le robaron un poco de dinero, finalmente en 1962 emigró él.
ML: Y, ¿no como bracero?
JO: Pues ya emigró, ya no fue como bracero y le tocó venir para acá. Anduvo todavía trabajando con los braceros, pero ya él ya no era bracero, ya era emigrado. Y hasta… Parece que yo tengo entendido que el [19]64 terminó el tiempo de los braceros.
ML: Cuando vino en esa ocasión, ¿vino con documentación o vino así sin documentación?
JO: Ya para el [19]62 él vino ya con documentación, ya fue emigrado. Después a los pocos años, se trajo a mi hermano mayor, y más tarde para el [19]67 me vine yo, me emigró a mí también. Ya para el [19]70 emigró a otro de mis hermanos, bueno, al resto de la familia y a mi madre. El [19]70 emigró al resto de la familia.
ML: ¿Dónde es que emigró?, ¿se trajo a toda la familia aquí a California?
JO: Sí, todos venimos a California. Precisamente cuando me emigró a mí, fuimos a Santa María, California. Después llegó el tiempo que Chávez andaba con la huelga y yo me metí a la huelga. O sea, me llamó la atención de la manera que Chávez estaba organizando, se veía que era una persona honesta, o a mí me pareció una persona muy honesta. Entonces yo me metí a engruesar las filas de la huelga que traía Chávez. A consecuencias de la huelga y por no ser esquiroles o quebra-huelgas, nos venimos mi hermano mayor y yo a Salinas. Mi padre se quedó allí trabajando un poco con los patrones porque había emigrado a mi hermano menor apenas. Entonces por decir de cierta manera, como por agradecimiento que le habían dado la carta se estuvo allí y se estuvo trabajando allí con ellos. Y para el [19]70 entonces como mencioné, mi hermano y yo nos venimos, mi hermano mayor y yo nos venimos aquí a Salinas. Y del [19]70 anduvimos trabajando en algunas compañías, fuimos hasta el Fresno también a trabajar a la pisca de la uva y para [19]70 o [19]71 ya viene mi madre con el resto de mis hermanos y ya nos vinimos, nos vinimos para acá. O sea, ya se vieron supongamos mi padre y mi madre porque ya nosotros, mi hermano mayor y yo ya estábamos aquí en Salinas y entonces ya se vinieron directamente a Salinas.
ML: Cuando tu mamá vino a los Estados Unidos, acá a California, ¿fue la primera vez que tu mamá y tu papá pasaron así años completos juntos?
JO: Sí, fue desde entonces ya que pues se puede decir, que vivimos en una verdadera familia, en unidad todos.
ML: ¿Cómo piensas que el Programa Bracero afectó la relación entre tu papá y el resto de la familia?
JO: Bueno, hay muchos factores, digo regularmente, o sea, del… Bueno, o sea afectó en una manera positiva en ese aspecto de que gracias a que mi padre conocía acá, ya tenía un poco de experiencia, pos creo que a base de eso pudimos emigrar. Y pues no hay que desconocer que aquí hay mejores oportunidades que en México. Porque en un nivel general el Gobierno trabaja un poco más ordenado aquí que allá y pues es un agrado en la manera positiva de que pudimos emigrar y de que la mayoría de la familia estamos aquí.
ML: Pues ya acabé con todas las preguntas que quería hacer, pero si usted quiere aportar otra experiencia u otra cosa de su papá, de sus hermanos, puede ahorita.
JO: Pues no sé qué más podría decir sobre mis hermanos. O sea que en realidad no sé qué más podría aportar sobre mi padre. Estoy contento, estoy contento, o sea, en lo que yo recuerdo a mi padre, mi padre fue una gran persona, siempre digo. Estuvo al tanto de nosotros, jamás nos desamparó. Muchas veces no tuvo la oportunidad por diferentes razones, pero fue una gran persona y gracias a que él pudo ser bracero pudimos emigrar y estamos aquí. Creemos que es una vida un poco más placentera, más llena de oportunidades aquí que en México. Nosotros como de cierta manera huérfanos, es que no hemos… Con mis hermanos mayores, o sea, al vernos solos en el pueblo, pongamos allí a un vecino que era un poco abusivo, o sea, en algunas ocasiones hizo a mis hermanos trabajar gratuitamente; los forzó a trabajar para él sin pagarles. Mis hermanos querían trabajar para ayudar a mi madre para sostenernos y ese señor en muchas ocasiones los obligó a trabajar sin pagarles. Es uno de los puntos que yo recuerdo que pasaban como malos, como malas experiencias en nuestra soledad.
ML: ¿Piensa usted fue porque su padre no estuvo allí?
JO: Es precisamente porque no estuvo con nosotros.
ML: Pues si quiere contar otra cosa.
JO: No, creo que ya, es una de las cosas que yo recuerdo que uno de los malos recuerdos que tengo yo de la soledad de nosotros.
ML: Como chico, ¿cómo es que usted veía a los braceros? Como niño, cuando venían y se iban, ¿qué significaba para usted y cómo los veía?
JO: Bueno, pues llegaban siempre contando historias y llegaban con unos pesos más y diciendo que, o sea, como éramos de pueblo pequeño, pues algunas veces les tocaba ir a alguna ciudad y sabían una diferencia, una diferencia grande de un pueblo a una ciudad. Además una ciudad es un poco más, más ordenadas o tal vez un poco más sofisticadas. Entonces contaban historias y recuerdo yo cuando contaban, supongamos, algunos que mencionaban que Los Ángeles. En mi niñez, pos yo decía yo: “¿Los Ángeles?”. Pues ya lo quería reaccionar con los ángeles del cielo, ¿no? Pero pos ellos mencionaban de una ciudad y yo estaba figurando otra cosa y decían que era bonito Los Ángeles, pues ya tenía el nombre bonito. Entonces relacionaba una cosa terrestre con una cosa celestial, ¿no? Y así había algunas historias, pongamos, que de aquí había un poco de vehículos de una manera u otro, o máquinas de una forma u otra, que allá pos les desconocíamos. Porque pues tal vez en la ciudad, pongamos, en Guadalajara las podía haber habido, pero en nuestro pueblo pequeño pues no lo conocíamos. Entonces se nos hacía algo, o sea, con lo que contaban, nos daba una tentación de también, pongamos, sentíamos ya la sensación de querer conocer otros lugares. Nos llegaba la impresión, la inquietud de conocer otros lugares para ver otras diferencias u otras cosas que nosotros no conocíamos.
ML: Pues muchas gracias.
JO: Gracias a usted.
Fin de la entrevista
Interviewer
Loza, Mireya
Interviewee
Orozco, José L.
Location
Salinas, California
File Name Identifier
Orozco_SALC011
Citation
Loza, Mireya and Orozco, José L., “José L. Orozco,” Bracero History Archive, accessed November 28, 2024, https://braceroarchive.org./items/show/158.